Después de Pucon, sus volcanes y sus turistas, nos largamos hacia el Sur con la sensación de que ahora es cuando comienza "la cosa". Nos fuimos en un bus normal, ya que íbamos de día (14€/cada). La llegada a Puerto Montt no es muy espectacular que digamos. La primera impresion es mala. Resulta feo y sucio, y sobre todo nublado. Pero luego resulta que tiene sus cosas. Para empezar, el mercado de pescado es sencillamente una locura. Si pudiera lo hubiera comprado todo. Mejillones enormes de 4-5 el kilo. Quiero decir que 5 mejillones pesan 1 kg, locos, almejas, los centollos por castigo, que por cierto, los venden ya pelados y envasados. Y por supuesto toda clase pescados. Y todo esto esta en Angelmo. Antes de llegar hay varios mercadillos artesanales. Como resulta habitual, en una parte del mercado han puesto pequeños restaurantes, bueno más que pequeños, algunos son mínimos y todos con menús similares, chupes de ceiba, mixtos, o de loco (traducción: guiso cremoso como abechamelado de buey marino, mixtos de todo un poco aunque siempre de marisco o de una especie súper lapa que es el loco) o pescados a la plancha sobre los que reina el todopoderoso salmón, que aquí es excelente, por supuesto salvaje y recriado en bateas dentro de las bahías. También hay que probar el peligroso curanto (que aquí es en caldera, distinto del legítimo enterrado con brasas) A todo esto uno de estos platos, suficiente para saciar un hambre normal anda por los 4000 a 6000 pesos (8-10€). De todas formas ya seguiré con la gastronomía más adelante, que voy a ser acusado de José Vicente en versión araucana o mucho peor de Argiñanillo austral. Pues como decía el mercado de pescado y los restaurantillos de Angelmo' ya son motivo para venir, pero Puerto Montt es el origen del crucero por los fiordos del Sur, que una vez a la semana hace Navimag (400€ billete más barato en dormi de 20 camas). Estuvimos pensando hacerlo, pero dura 3 días y 1/2 y dudamos. Luego cuando llegamos resulta que el barco estaba de reparaciones y no salió la semana anterior. Así qué es algo arriesgado si vas con el tiempo justo como nosotros, que elegimos pasar más días en Chiloe' y seguir al Sur en el prosaico y barato avión (140€/cada) y que se puede tomar el billete, ya sabéis coger, es palabra tabú, desde España.
Como decía, la primera impresión que da Puerto Montt es triste, pero luego mejora. Es una ciudad normal, no centrada en el turismo, de paso hacia el Sur, que se ve crecer por días. Es una sensación que da en general todo el país. Lleno de gente joven y con desarrollo evidente, carreteras, puentes, aeropuertos, terminales de buses.....Espero que aprendan de las estupideces que hemos hecho nosotros.
Ya debéis estar pensando que a que viene eso de "y sus incendios". Pues que en la madrugada del día que llegamos se incendió uno de los hoteles importantes del centro. Un hotel, al parecer de negocios en la plaza principal. Y como era de madera, quedo' "raze to the ground", es decir, totalmente destruido, con las escenas que podéis imaginar y las consabidas especulaciones y ocultaciones. Lo realmente triste es que produjo al menos 3 muertes. Todo esto apareció en los noticiarios nacionales, pero dudo que en la civilizada e insufrible Uropa se hayan preocupado por estas cosas. De todas formas, nadie que nos conozca iba a pesar que nos alojábamos en un hotel de los caros, así que no nos preocupamos de que alguien se iba a preocupar, y todos contentos, menos los muertos claro.
Nosotros mientras tanto en Rocco backpackers, de los que contare a propósito de nuestra segunda visita, porque ahorita mismo nos vamos a la mágica y deseada Chiloe
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