jueves, 13 de noviembre de 2014

Chile by sea.

No son monstruos alienígenas. Son moluscos
Como no teníamos nada mejor en que emplear las ansiadas vacaciones nos largamos de nuevo para el SUR, con la idea de completar Chile para abajo y llegar al Cabo de Hornos. Y como recomendábamos comenzar el periplo en Puerto Montt, pues dicho y hecho, para allá mismito nos largamos, para tomar (nunca coger) el barco de Navimag y llegar a Puerto Natales y seguir para abajo. A dónde se acaba la tierra. Al fin del mundo, que dicen ellos. Y debe ser verdad porque más no hay. Así qué llegamos después de 24 horas de avión, incluyendo esperas y las consabidas payasadas de los aeropuertos. Y siempre me pregunto ¿porque las compañías están empeñadas en que las odiemos? Porqué si no es así no lo entiendo. El trato que se da a los humanos antes, durante y después de utilizar -y pagar, que no son gratis- un jodido avión es muy parecido al de los rebaños de vacas de las pelis del oeste. En fin que al fin llegamos. Un poquito cansados, eso si. Y con hambre también, así que después de llegar a Rocco House, de la que ya hablamos en el viaje anterior, y que esta igual dos años después, pues nos fuimos a meternos algo entre pecho y espalda. Pero como la memoria es frágil, no recordábamos lo bestias que son estos tipos con las cantidades. Así qué pedimos una parrillada de carne para dos, y nos la trajeron para 5 o 6. En el Tablón del Ancla. Así qué cuando estábamos cerca del estallido y quedaba más de la mitad, les dijimos que nos la metieran en tapa-gue, que fueron tres y bien llenitos. Necesitamos dos días para terminarla. Normal.
Congrios en el mercado de Puerto Montt
Puerto Montt como siempre. Lo único nuevo es un pedazo de Hospital que han hecho con 24 especialidades, todas las novedades técnicas, y están solicitando personal. Estas cosas en España no pasan. ¿Verdad? Porque toda esa gran mentira de la crisis, no ocurre aquí, ni en muchos otros países. Y no quiero seguir por ahí que se me entiende todo, y lo que quiero contar es nuestro periplo sureño. Como teníamos que esperar el barquito de marras, nos quedaban días por aquí que empleamos en dormir como lirones y hacer alguna excursioncita a Puerto Varas y Frutillar, muy turísticas y colonizadas por austriaco-germánicos, que no estoy seguro que no sean lo mismo. Están al borde de uno de los muchos lagos. Esta es la región de los idems. Y por ahora poco más. Seguiremos informando.

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