Más sobre Arequipa

Creo que ya dije que me gusta Arequipa, me gusta el Flying Dog Hostel,

El Flying Dog Hostel de Arequipa

me gustan las arequipeñas y sobre todo los comederos de aquí. Es difícil encontrar alguno malo, sobre todo si se evitan los frecuentados por los turistas. Volvimos a la Nueva Palomino, que por cierto fue fundada y heredada por mujeres, y ahora manda la heredera, y me pedí un moqueado de camarones. Casi muero. Estaba buenísimo pero las cantidades...es que no tienen medida. Ya sólo pedimos 1 plato cada uno y con cuidadito, que si no es muy grande, etc, y ni así. Sí comes a medio día será imposible cenar. No falla. Pues el tal Moquedano es un invento con tendencia a la sopa de camarones, que no son de los nuestros, sino unos bichos parecidos a los cangrejos de río, pero además de los bichitos, lleva verduras, las inevitables papitas, algas, y queso, además te ponen una montaña de arroz blanco para empapar. La niña pidió soló una sopa de carne y le pusieron una sopa con 1/2 kg de  carne. La pobre no pudo perdir su postre de helado (de queso). Y todo esto después de volver de una sesión de rafting por el río Chili,

Rafting en el rio Chili.

que es el que pasa por el medio del pueblo, y que suele dar un poco de hambre. El menda iba delante, y ya sabéis todos que en el rafting, trabajan los dos que van delante y el timonel-guía-el que sabe, y el resto de adorno. El paseo bien, dicen que había tramos de nivel 4 pero me parece que exageran, de todas formas las fotos son espectaculares, por una vez las compramos, a 25 soles, aquí todo parece barato, posiblemente porque nuestros precios en europondios son de locos. Y como el río estaba muy cerca de la ciudad, pues mejor no caerse al agua, que estaba heladita, y menos aún tragársela, que te puedes zampar como mínimo, cocorocos verdes.
Además de las zampadas, Arequipa tiene muchas más cosas. Monasterios como el que comentamos de Santa Catalina, lleno de turistas y de guíasquerepitencomoloros, pero también otro que descubrimos hoy, y al que no va nadie, de Teresianas, encantador. Pero asusta la falta de medidas de seguridad. Tiene verdaderas joyas, y un día de estos saldrá en los papeles cuando algún listo se las lleve. Cuestión de tiempo.
Y poco más por ahora. El mercado, sencillamente increíble, la gente muy agradable. Pero la gente de a pie, las tenderas. Los listillos, los que están en el turismo, una panda de samugos. Si samugos, siempre me ha gustado ese calificativo manchego, que se traduce por una mezcla de aburrido-malage-tontorrón, no es que sean carajotes, que es otra cosa, son samugos, ¡qué le vamos ha hacer! Ah, no se lo he contado ya, pero de cada 10 coches, entre 8 y 9 taxis, de estos, la mayoría unos daewo costrosos parecidos a los R5. Y el resto pick-up. Curioso.