Lo que veiamos desde nuestra ventana |
Desde el Cerro Campanario |
Bariloche es una ciudad turística, es cierto, pero perfectamente tolerable. Además como los guris no andan, en cuanto te metes por un camino desaparecen como por ensalmo. El hostel estaba muy bien (Tango downtown), cuidado, recien pintado, y con yacucci y todo. Las hosteleras enrolladas, 2 de ellas me recordaban albondigas andantes, es decir, pequeñitas, redonditas, tetonas, apretás, pizpiretas, y con cierta relacion con las costumbres de los babuinos. En fin...
En Bariloche hay un moton de rutas que hacer. Subimos 2 veces al Cerro Campanario, las vistas son im-presionantes, aunque la subida es matadora (tiene telesilla, pero nosotros siempre a pata). Recorrimos el parque nacional de Llao-llao (dulce-dulce en autóctono) a patita (circuito de 27 km) y no tomamos bicis (65 pesos dia) porque la convivencia con los coches nunca fue buena, para las bicis claro, como se encargó de demostrarnoslo una australiana a la que medio atendimos, que se partió la crisma, incluyendo huesos orbitales, debió aterrizar con el careto, y que se fue al dia siguiente a Mendoza en bus (20 horas) con la cara echada a abajo. ¡toma ya!
Hicimos raftin en el rio Manso (1 hora y 1/2 en el rio!), que estaba a tope de agua (nivel 4 de raftin). Sin otras incidencias excepto que hacía un frio del copon porque terminas logicamente empapado, y que no nos caimos, otros botes si. Aunque me acuso de no haberle atizado con el remo al jefe de la tribu, que era un capullo total. Eso si, los rapidos, que eran la rehostia, se los conocía mejor que su chibichanga.
Aparte de esto, rutas de 4-5 horas, parrilladas y conocimientos varios. Estuvimos en la Colonia Suiza, (es la zona a donde se fueron un monton de alemanes tras la 2ª guerra mundial, ellos dicen que son suizos pero...) donde hacen el Curanto (carne cocida a la brasa dentro de un agujero con hojas y cubierta de tierra). Mogollon de gente iba a zamparselo (100 pesos/racion de carne con manzanas y nabos). Parece mentira lo que zampa la peña!. Nosotros no, porque teníamos que subir de nuevo al Campanario, y no se puede si te pones hasta la bola. Tambien fabrican unas cervezas caseras estupendas (y caras 10 pesos/vaso)
Como todo no iba a ser ferpecto, nos pillaron 3 dias de lluvia. 2 los pudimos manejar en la calle con los North, el 3º imposible. Caía la mundial. Por lo visto los cambios bruscos de clima son normales allí.
El viaje desde Bue (20 horas que no se notan. Mas comodo que un viaje de 2 horas en avion y los precios son como 1/3 en kamasutracama con cena, cavas etc) lo hicimos con un bus de Via Bariloche, arriba, en los asientos delanteros, panorámicos, en super cama, kamasutracama o como se llame, es decir, ¡con 180º de inclinacion del asiento!. Una gozada. No quiero exagerar, pero casi lo mejor hasta ahora, los viajes en bus. El viaje en estado puro.
Como teníamos dias (los que no utilizamos para Calafate) y ya llevabamos 6 en Bariloche (y fuimos para 3 noches), aprovechamos para irnos a San Martin de los Andes, que está por la misma zona 200 Km al norte. Pero eso será otra historia.
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