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Los Andes desde arriba |
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La jefa en la estacion de bus. Cordoba |
Como no teniamos nada mejor que hacer con las vacaciones, que casualmente las habíamos reservado para el verano austral, agarramos, nunca cogimos -palabra de distinto sentido que en españa y que suele provocar sonrisas cuando queremos "coger" el autobus-, los vuelos de la maldita Iberia y nos fuimos para Córdoba. Ya supongo que la entendida audiencia sabe que hay una Cordoba en Argentina y es allí donde la malvada Iberia ha decidido poner vuelos algo mas baratos (sobre 900€ ida y vuelta). Y digo la malvada Iberia quedandome corto porque ha decidido que sus asientos son solo para delgados que a la vez sean bajitos y que se muevan poco, es decir, para hobbits, y en un viaje de 12 se hace insoportable. Cuando se llega a Corboba se entiende por qué. Es una idea de la Oficina de Turismo de Argentina para que el visitante se quede tan hecho polvo de lo asquerosa que es la ciudad, que piense que el resto del viaje no puede ser peor. Cordoba -Patrimonio de la Humanidad!- es una ciudad grande, desmanganillada y sin espíritu. La famosa Manzana Jesuítica es la ful de las fules, que diría el Jonan. Nosotros, como vamos de backpackers, para ser coherentes, nos encararamamos al colectivo municipal que conducido por un homicida nos llevó al centro, una delicada experiencia comparable a ir sobre uno de esos toros cornilargos que tanto les pone a los yankis, debia ser porque como perdió los amortiguadores a la vez que la pintura, decidieron con buen criterio no perder el tiempo arreglandolo. Milagrosamente arribamos al Baluch Backpackers of Cordoba, que no estaba mal si exceptuamos que participaba del ambiente polvoriento imperante, y que para llegar al dormitorio había que ascender por una escalera mas que vertical, inclinada al revés diría yo, supongo que cuando llueve la cierran como los puertos de montaña, porque estaba al aire. Volvemos a Córdoba. Allí arreglamos en Asatej (agencia de viajes) el programa hasta BUE (para nosotros Buenos Aires), la niña de Asatej un cielo, se enrrolló al máximo mientras volteaba su mata de pelo, yo creo que estan muy necesitadas, eso del "macho argentino" me parece que es otra ful. De la ciudad se puede contar poco mas, de verdad. Así que lo mejor que hicimos, fue irnos en un bus para Salta, toda la noche, en cama, sí buses con camas, es lo normal en Argentina y por lo visto tambien en Brasil. Y es el invento del siglo. Son un 30-40% mas baratos que los vuelos, aprovechas la noche para viajar, ahorras hoteles y se hace de lo mas agradable, pasas 17-20 o mas horas no solo sin sentirlo, sino sintiendo que disfrutas del VIAJE con mayusculas, y lo mejor, evitas los aeropuertos que siempre son la misma mierda. Maltrato a los pasajeros, esperas, desagrado por parte del personal, majaderías etc, o peor aún bloqueos como el de Ezeiza del que ya hablaré. Y sin mas novedades, aparecimos por Salta a las 9 de la mañana, la mar de contentos aunque no ganamos en el bingo del bus, estuve a punto eso sí. Pero me faltó el punto.
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